En una constante batalla contra la frustración,
necesito la caricia del viento;
para asi poder expresar lo que siento,
aquello que algunos llaman reflexión.
Mi corazón siente opresión,
no sé a quién le miento;
es imposible negar este sentimiento,
que finalmente me otorgará redención.
Bajo mi manto frío,
no puedo ocultar este calor;
que permite a mis emociones fluir como un río.
Insoportable pero necesario ardor,
que fomenta mi libre albedrío;
guía mis palabras y que destaquen en todo su fulgor.